El secreto de un buen café está en la mezcla. A un café con buen nivel de acidez le puede faltar aroma. Otro con buen aroma puede carecer de cuerpo y uno con poco cuerpo puede precisar de un sabor intenso. A continuación, explicamos como conseguir las mezclas de café más exclusivas.

Arábicos de poco cuerpo pero muy aromáticos como el Antigua de Guatemala se equilibran con un poco de Maragogype brasileño, mientras que la acidez que le falta a un Yauco de Puerto Rico puede obtenerse de un Limú etíope.

Un café con mucho cuerpo como es Mysore (sur de India) mezcla muy bien con el aromático Moka de Etiopía. Los cafés de Colombia armonizan bien con el de Kenya de acidez más alta. De acuerdo con el sabor, el achocolatado Java casa a la perfección con un Kenya.

Otra mezcla original es Arábica de Sumatra, con mucho cuerpo y sabor a cacao, con Hawai Kona, de menor cuerpo pero con un intenso aroma afrutado, y con Moka de Etiopía, de elevada acidez y aroma especiado.

En conclusión, para dar cuerpo son ideales los cafés de Indonesia, Hawai y Venezuela. Para aumentar el sabor es excelente el Santos de Camerún, y para resaltar la acidez y el aroma afrutado pueden usarse Kenya, Guatemala, Costa Rica y Etiopía.

Es aconsejable no mezclar nunca un café Blue Mountain o un café Java, ya que dada su gran calidad, resultan prácticamente imposibles de mejorar.

En cuanto a los cafés Robusta, pueden aportar cuerpo, color y cierto acaramelamiento a la mezcla, muy en la línea de los gustos mediterráneos.