Sep
14
Cápsulas de Café
Limpio, cómodo, sencillo y de calidad… así se anuncia el café en cápsulas.
Las cápsulas han propiciado la entrada del café espresso en el hogar y millones de consumidores han descubierto que existen diferentes orígenes del café y que degustar una buena taza en casa, “como la del bar” es posible.
Entre las principales ventajas destacan la comodidad y calidad, así como la posibilidad de disfrutar de una regularidad continua de taza en taza sin necesidad de preocuparse por la molienda, la conservación o la limpieza de los restos de café molido y empapado.
Por el contrario, aseguran que este sistema lleva al traste todo el ritual del café y que lejos de diversificar la taza, la limita a una estandarización que, aunque amplia, no permite al usuario crear su propia mezcla.
En los últimos años el café en cápsulas en España se ha triplicado. La opción por este tipo de presentación es cada vez más mayoritaria y se cree que las cápsulas y monodosis podrían representar hasta la mitad de las ventas del mercado español dentro de cinco años.
En el 2010 se calcula que el 35% de los hogares de más de una persona disponían de algún equipo que funciona específicamente con café en cápsulas, y es que es una evidencia que la monodosis triunfa.
El mercado ofrece gran cantidad de formatos diferentes de cápsulas, pensadas y desarrolladas, en su gran mayoría, para trabajar con una máquina de café en concreto. Ésta capacidad de uso es la principal diferencia entre unas y otras, así como su material de fabricación (aluminio o plástico).
En las cápsulas de aluminio el café se presenta con forma de pequeño cuenco selladas con una capa fina del mismo material. En su interior, el café es aislado de las paredes del contenedor con una fina película plástica, totalmente inocua, que limita el contacto entre el producto y el aluminio de la cápsula. Las de este tipo no permiten ver el café almacenado.
En el caso de las cápsulas de plástico, existen de diferentes tipos, según el tipo de plástico utilizado, que en todos los casos es apto para uso alimentario. Las cápsulas de este tipo de material que son consideradas más avanzadas, son las denominadas cápsulas Biodé, fabricadas en polipropileno biodegradable, un plástico de alta calidad resistente al calor y que se descompone sin contaminar.
En el mercado existen modelos fabricadas con la nueva generación de plásticos biodegradables que se pueden eliminar como desecho orgánico a la hora de deshacernos de nuestras cápsulas una vez consumidas, pero si este no es nuestro caso, se recomienda reciclarlas. El fabricante líder de cápsulas de aluminio ofrece a sus clientes recoger las cápsulas ya utilizadas en sus boutique y tiendas de electrodomésticos asociadas. Como alternativa y sólo en unas pocas ciudades, las cápsulas se pueden reciclar en los puntos verdes, gracias a una máquina específica que permite separar el aluminio y el café. Los restos del café se destinan a la elaboración de compuestos de alta calidad para usos agrícolas.
De un tiempo a esta parte se ha extendido el uso de este tipo de cafeteras no solo en casa sino también en establecimientos, ya que de esta forma, pueden ofrecer una gama más amplia de cafés a la clientela. Es por ellos que algunos tostadores han decidido invertir y desarrollar un tipo de cápsulas especificas para hostelería.
El gran consumo desatado ha hecho que no sólo el sector del café aumente sino también el del sector del pequeño electrodoméstico y más concretamente el de las máquinas de café.
Una de las poca críticas que reciben las cápsulas es su elevado precio y es la razón principal para los críticos de este sistema de café. Pero aun así sigue siendo uno de los productos más usados para regalar.
Fuente: Fórum Café – Revista del Fórum Cultural del Café – Junio 2011