El café se ha convertido en una bebida imprescindible para nuestra vida cotidiana. Existen unas 70 variedades de cafetos, siendo las especies Arábica y Robusta las más comercializadas. El café proviene del cafeto que es un arbusto de 3 a 6 metros y en algunas variedades puede alcanzar hasta los 12 metros.

La flor del cafeto es parecida a la del jazmín y sus hojas similares a las del laurel o limonero. Su fruto verde se convierte en grano tostado gracias a un delicado proceso llamado “tueste“.

El grano de los cafés Arábicos es alargado, elíptico y su coloración verde azulada. Se caracteriza por un sabor suave, equilibrado, aromático y una acidez pronunciada.

El grano de los cafés Robustas es redondo y su coloración amarilla y amorronada. Se caracteriza por un sabor fuerte y que perdura en el paladar, amargor y cuerpo intenso.

Los cafés arábicos son más ricos en acidez y suavidad y los robustas imprimen más cuerpo al café.

El secreto del mejor espresso radica en controlar su preparación y todo lo que condiciona el entramado de su breve pero sustancial elaboración. Tener curiosidad en probar diferentes variedades y orígenes y ser exigentes con la materia prima, es muy importante para conseguir la satisfacción de sus clientes.

Fuente: Hostel vending magazine